Palabras de despedida

 

Queridas compañeras y amigas:

Solo pretendo, con estas cortas palabras, llegar al corazón de cada una de ustedes, para darles los más sinceros agradecimientos por haberme acompañado tan de cerca, y de manera tan efectiva, en el desarrollo de esta Facultad.

Gracias por su entusiasmo, por su dedicación al trabajo, por su apertura al cambio, por sus aportes y por secundarme en tantas ideas, propuestas y proyectos, que hoy vemos realizados y que serán los pilares sobre los que se siga apoyando el desarrollo futuro de nuestro programa.

Todos los plazos se vencen, y hoy me llegó el momento de despedirme. No me voy lejos... es verdad, pero sí dejo un grupo de grandes amigas, y eso duele...

Sin embargo, me voy tranquila y optimista con relación al futuro de la Facultad, pues conozco el compromiso y el tesón con que todas trabajan, y porque sé que, al igual que a mí, les preocupa el desarrollo y la estabilidad del programa.

No permitan que en épocas difíciles la rutina, el conformismo o el desaliento entren en el diario vivir, sino, muy por el contrario, luchen por mantener el espíritu de innovación y el entusiasmo que las caracteriza y que ha sido el motor del desarrollo alcanzado.

Es posible que desde mi nuevo cargo siga requiriendo el apoyo de ustedes, y entonces nos encontraremos nuevamente en los grupos de trabajo o en las mesas de reunión, siempre para buscar las soluciones o propuestas más acertadas, en beneficio de la Facultad y de la Universidad.

Mil gracias de nuevo por todo el apoyo, pero especialmente por el cariño y la comprensión con que supieron llevar estos nueve años que estuve al frente de la decanatura.

Pueden estar seguras de que seguiré llevándolas en mi mente y en mi corazón.

Con mucho cariño,

 

Leonor Pardo Novoa