¿Qué esperan las personas del cuidado de enfermería?

What do Patients Expect in Terms of Nursing Care?

Que desejam as pessoas do cuidado de enfermagem?

 

En este número de Aquichan los lectores encontrarán, entre otros, artículos de investigación relacionados con el cuidado de enfermería a personas en condición de enfermedad crónica como el cáncer y el VIH. Y artículos relacionados con aspectos administrativos del cuidado de personas que han sufrido un evento coronario o que han sido sometidas a cirugía cardiovascular.

Del análisis de los resultados que presentan los autores se puede inferir que los participantes de los estudios esperan que los profesionales de enfermería les den información precisa sobre los cambios en el estilo de vida, el tratamiento y las medidas de cuidado que demanda su estado de salud, el apoyo emocional y la ayuda que requieren para no abandonar el tratamiento.

Esos mismos participantes anhelan que los enfermeros(as) generen espacios que les permitan compartir experiencias con otros pacientes y con sus familias, por lo cual es fundamental que los responsables de brindar cuidado no solo tengan conocimientos actualizados de las características de la enfermedad, sino que comprendan su condición humana, en momentos difíciles de manejo y de aceptación.

Desde el punto de vista administrativo del cuidado, uno de los indicadores de calidad en la prestación de los servicios de salud es la satisfacción de los pacientes con las relaciones interpersonales que les proporcionan confianza y credibilidad en el personal de salud (1); asimismo, se debe tener en cuenta la importancia de ser eficientes con la administración de los recursos necesarios que garanticen una atención diligente y oportuna.

Es importante anotar que estar enfermo altera el estado emocional de las personas, por ello para brindar cuidado de enfermería no basta con tener conocimientos de las ciencias básicas y habilidades en la ejecución de procedimientos. El fundamento del cuidado es la relación que establece la enfermera con el paciente y con su familia. La forma como se plantea esta relación depende fundamentalmente de la filosofía que respalda la práctica, la cual puede tener dos perspectivas, una mecanicista y otra naturalista.

La visión mecanicista, o visión recibida, tiene su origen en el positivismo lógico, y desde este punto de vista se considera que los seres humanos responden al ambiente en una relación causa-efecto, de tal manera que sus respuestas son predecibles y por ello pueden ser controladas. Lo esencial desde este enfoque es el estudio de las partes, porque lo real es físico y objetivo, y por ello puede medirse y observarse. El profesional de enfermería que tiene esta visión de la práctica se centra en el síntoma, en la patología y en los procedimientos que requieren los pacientes para atender el problema de salud, sin preocuparse por otros factores del contexto que pueden influir en la situación que la persona está viviendo.

La visión naturalista tiene su origen en las ciencias humanas y sociales, por ello se enfoca en explicar el comportamiento de la persona como un ser holístico, que otorga un significado a las situaciones que vive, con base en su conocimiento y experiencias previas. Por ello, el comportamiento de cada persona es diferente, la suma de las partes no representa el todo, la realidad es dinámica y no puede prescribirse. Desde este punto de vista cada persona es única, y la percepción que tiene de su condición es individual, está determinada por factores internos y externos que van más allá de las condiciones patológicas que la aquejan (2). Esta visión reconoce que hay un propósito en la existencia humana, y que las personas tienen autonomía y capacidad de decisión. El profesional de enfermería que tiene esta visión de la práctica se enfoca en la persona como sujeto de cuidado, se preocupa por conocer cómo está viviendo la situación para, de esta manera, centrarse en atender las necesidades particulares.

Según Webb et ál. (3), algunas enfermeras han cuestionado este énfasis en la importancia de la relación enfermera-paciente y en los aspectos psicosociales del cuidado. La realidad es que estos aspectos son inseparables de las competencias y habilidades clínicas que como profesionales deben tener. Los participantes de los estudios mencionados esperan que los profesionales de enfermería tengan una visión naturalista de la práctica, para que brinden un cuidado humano, competente y eficaz. Un cuidado humano por el cual sean atendidos como personas, no como un síntoma, una patología o un procedimiento; un cuidado competente y eficaz, brindado por profesionales de enfermería expertos, con una fundamentación sólida en las ciencias básicas y en el conocimiento disciplinar, que garantice la eficiencia en la administración de los recursos humanos y materiales requeridos.

Para los profesionales de enfermería, asumir el desafío de fortalecer la interrelación con los pacientes y sus familias es ventajoso desde todo punto de vista. A través de las interacciones de cuidado podrán incrementar el conocimiento de la disciplina, demostrar su contribución a la recuperación del estado de salud de las personas y, por consiguiente, su autonomía e independencia frente a otros profesionales; además, registrar la satisfacción de las personas cuidadas y de sus familias.

 

María Elisa Moreno Fergusson
Editora
mariae.moreno@unisabana.edu.co

 

Referencias

1. Ministerio de la Protección Social. Sistema Obligatorio de Garantía de la Calidad en Salud. Primer Informe Nacional de Calidad de la Atención en Salud, INCAS Colombia; 2009. p. 321.

2. Munhall P. Nursing Research a Qualitative Perspective. 4 edition. Boston: Jones and Bartlett Publishers; 2007. pp. 47-51.

3. Webb C, Hope K. What kind of nurses do patients want? Journal of Advanced Nursing 1995; 4: 101-108.