Importancia de la investigación para el desarrollo de la disciplina de enfermería

 

Ponencia presentada por la enfermera Beatriz Suárez de Sarmiento, MSN, en el acto académico llevado a cabo en el auditorio de la Universidad de La Sabana, el día 5 de julio de 2003, para divulgar los resultados de los proyectos de grado de la primera promoción de la Especialización en Enfermería en Cuidado Crítico Pediátrico, de la misma universidad.

 

Nos hemos reunido hoy para divulgar los hallazgos de los trabajos de investigación y gestión desarrollados durante el curso de Diseño y Gestión de Proyectos, una de las materias dentro de la Especialización en Enfermería en Cuidado Crítico Pediátrico.

A través de la divulgación, ustedes, tomadores de decisiones en sus respectivos servicios de salud, pueden apropiarse de los conocimientos que se generaron en estos estudios, y que confirman hallazgos preliminares de otras investigaciones o señalan derroteros que llevan a realizar nuevos estudios, para dilucidar los múltiples problemas que a diario encontramos en la actividad profesional o que permiten establecer programas necesarios para una óptima atención de salud.

Esta apropiación social del conocimiento es el último e importantísimo paso en el desarrollo de una investigación. Durante años hemos oído decir que “lo que no se publica, no existe”, o que los trabajos de grado de estudiantes de pregrado, especializaciones o postgrados solamente sirven para estorbar en los anaqueles de las bibliotecas de las instituciones educativas o clínicas.

Los productos de una investigación sirven, en primer lugar, al conocimiento científico; en segundo, al sector académico, y en tercero, a los usuarios del conocimiento. Veamos cada uno de ellos.

En cuanto al conocimiento científico, en los últimos años se ha hecho un esfuerzo grande por publicar la producción científica de los colombianos en revistas internacionales arbitradas, y se ha incrementado (todavía no lo deseable) el número de artículos firmados por científicos colombianos en los índices internacionalmente aceptados, tales como el Science Cittation Index, el Current Contens, el Social Science Index o el Medline. También se han aumentado y perfeccionado las revistas científicas nacionales, y en ellas se están publicando los resultados de las investigaciones del país.

En relación con el sector académico, como lo plantea Carlos Augusto Hernández en el libro Educación superior, sociedad e investigación, la característica fundamental de la universidad moderna es precisamente la existencia de un espacio ideal para el ejercicio de la cultura académica: la investigación. La universidad moderna puede definirse como un espacio de producción y reproducción de conocimientos elaborados de nivel superior(1). A nadie escapa la íntima relación que debe existir entre la docencia y la investigación. “Se trata de formar a los estudiantes, desde los primeros semestres, en una relación con el conocimiento caracterizada por la indagación permanente, el diálogo intenso, la apropiación de la historia de los problemas y la sistematización del camino seguido a través de la escritura, la conciencia de los procesos involucrados en el aprendizaje, que permite diseñar estrategias para continuar aprendiendo, y la disposición a trabajar con entusiasmo para saber más y no solo para obtener beneficios externos de la aplicación de los conocimientos”. La universidad actual no es solo el lugar donde se forman los profesionales, sirve a la sociedad y al conocimiento. No es universidad si no forma los profesionales que requiere el país, pero tampoco lo es si no dedica parte de sus esfuerzos más calificados a la investigación.

Veamos ahora qué sucede entre productores y usuarios del conocimiento. Como lo planteaba el doctor Alberto Pellegrini, en el VI Congreso Regional de Información en Ciencias de la Salud, reunido en Puebla, México, en el mes de mayo de este año, están ocurriendo importantes cambios en las relaciones entre ciencia y sociedad, los cuales tienen que ver principalmente con el hecho de que los fenómenos que estudia la ciencia ya no se reducen a los ámbitos de los laboratorios, sino que está enfrentando con toda su plenitud los fenómenos naturales y sociales. “Recientemente se viene consolidando la noción de que el conocimiento, además de confiable, debe ser también socialmente robusto, requiriendo la validación por una comunidad más amplia, preocupada no solamente con su confiabilidad, sino también con sus implicaciones sociales”(2).

La divulgación científica tradicional obedece al esquema de una sola vía, donde los científicos son los que dominan el conocimiento y el público es un objeto receptor, que va a ser educado, sin una perspectiva de participación en el quehacer científico. En la modalidad que algunos autores han llamado “socialmente distribuido”, la relación entre los diversos actores que participan del contexto de aplicación es fluida y permanente durante todas las etapas del proceso, desde la definición del problema, hasta la interpretación, evaluación y utilización de resultados. Por lo tanto, desaparece la clara diferenciación entre los que están del lado de la oferta y los que se encuentran del lado de la demanda de conocimientos.

Como se puede ver, el elemento central que sostiene este nuevo modo de producción del conocimiento es la comunicación, y es por eso que las nuevas tecnologías de información y comunicación, particularmente la Internet, vienen desempeñando un papel central para viabilizarlo.

Cabe ahora preguntarnos:

¿Por qué la Especialización en Enfermería en Cuidado Crítico Pediátrico tiene un curso sobre diseño y gestión de proyectos?

Espero responder a esta pregunta con otros interrogantes, que nos llevan a señalar que la enfermera especializada en un área clínica determinada debe haber desarrollado habilidades que le permitan identificar con claridad problemas, y formular preguntas que solamente pueden responderse con un proyecto, bien sea de investigación, de gestión o de cualquier otro tipo, y cuyos resultados sean tan válidos que le permitan seguir caminos que contribuyan a la solución del problema.

En la disciplina de enfermería, la investigación constituye la actividad fundamental en los avances científicos de la misma.

¿Cómo se pueden desarrollar, si no es a través de la investigación, las bases científicas para realizar actividades que fomenten la salud de los niños, y la respuesta óptima cuando estos la han perdido y están bajo nuestro cuidado?

¿Cómo profundizar y aplicar en cuidado crítico pediátrico las teorías construidas en el campo de la enfermería y en los avances hechos, a partir de modelos específicos, si no es a través del planteamiento de hipótesis, cuya verificación solo es posible con el desarrollo de una investigación completa?

¿Cómo pretender el diseño de modelos y propuestas de cuidado de enfermería apropiados a la realidad de nuestras unidades de cuidado crítico pediátrico, si no es mediante estudios realizados por grupos estables científicamente, financiados con solidez y gran experiencia en el tema?

¿Cómo construir una comunidad científica de enfermería en cuidado crítico pediátrico, visible en el país, si no es a través de propuestas de investigación originales e innovadoras, cuyos resultados sean de gran impacto en el ámbito científico, académico y social?

¿Cómo llamar la atención de pares nacionales e internacionales, si no es a través de publicaciones científicas en revistas nacional e internacionalmente reconocidas, que sean productos de proyectos en enfermería en cuidado crítico pediátrico?

¿Cómo desarrollar en Colombia un programa de doctorado en enfermería, sin consolidar los grupos de investigación existentes, sin ampliar su trayectoria y sin multiplicar sus publicaciones a nivel internacional?

Los trabajos que vamos a presentar hoy a la comunidad de salud, y en particular a la de enfermería, reunidas en este auditorio, partieron de la formulación de una pregunta para investigar. Fue satisfactorio comprobar que todos los estudiantes, durante su ejercicio profesional, habían venido haciendo observaciones muy válidas sobre la atención de enfermería, y llegaron a este curso con muchas inquietudes al respecto. Fue entonces necesario concretar sus interrogantes, para acertar desde un principio en la formulación de las preguntas que se iban a investigar, ya que este es el paso más importante para el desarrollo de una propuesta. Preguntas tales como: ¿qué tanta humanización tiene el cuidado de enfermería?, ¿cómo aplicar el modelo de Callista Roy en la valoración, diagnóstico y cuidado de enfermería del niño en estado crítico en unidades pediátricas?, ¿cómo reforzar el vínculo afectivo madre-niño prematuro de las madres del Programa Canguro?, ¿qué cambios se presentan en la temperatura corporal de los recién nacidos que están siendo sometidos al baño diario bajo temperaturas ambientales diferentes? o ¿cómo prevenir las úlceras por presión en los niños hospitalizados en las unidades de cuidado intensivo pediátrico?, fueron interrogantes que rondaron durante más de un año por nuestras mentes, por el salón de clases y por los hospitales, y que esperamos mostrarles hoy a ustedes, y posteriormente en otros escenarios, cómo fue posible, a partir de ellas, desarrollar cinco proyectos y obtener conocimientos válidos y acumulativos.

Una vez planteado el interrogante que se va a responder, seguimos con la revisión de la literatura existente y, sobre todo, la actual sobre el tema de cada uno de los grupos. Tarea bastante difícil, ya que acertar requiere un conocimiento profundo del problema que se planea investigar; se revisaron y analizaron tanto la literatura nacional como internacional, para detectar los vacíos persistentes sobre el tema y precisar el problema y la justificación del estudio. En el caso del trabajo “Diseño de un instrumento de valoración del niño en estado crítico, para el cuidado de enfermería basado en el modelo de adaptación de Callista Roy”, en la revisión de la literatura se encontró que solamente hay un estudio, todavía en ejecución, que está aplicando el modelo en cuidado intensivo pediátrico.

Clarificar los objetivos del proyecto fue la tarea siguiente; una propuesta que abarca objetivos importantes y alcanzables con los recursos disponibles, exige no solo conocimiento del problema, sino de los métodos, medios y dificultades que se encontrarán. En el caso del proyecto “Reforzamiento del vínculo afectivo madre-hijo en el Programa Canguro”, la identificación de un solo objetivo fue bastante difícil, pero se facilitó la tarea al hacer el resumen narrativo del objetivo, el cual se describe en una matriz, a través del fin, el propósito, los componentes y las actividades, y se cruza con los indicadores verificables objetivamente, los medios de verificación y los supuestos que deben ocurrir; es esta la estructura del marco lógico, herramienta utilizada por el Banco Interamericano de Desarrollo para evaluar la gestión y mejorar el desempeño de los proyectos.

Una vez identificados los objetivos, se continuó con la selección de los métodos, de las estrategias, de la recolección, análisis e interpretación de los datos. En la presentación de la propuesta, este capítulo es uno de los más difíciles y donde se encuentran las mayores fallas. Sobre la humanización del cuidado de enfermería, el grupo de investigación seleccionó el abordaje cualitativo para la recolección de la información; además, entendió con claridad que explorar un fenómeno desconocido, o que es parcialmente conocido, no se ajustaba al abordaje cuantitativo, el cual describe, explica, predice y controla un fenómeno. En este trabajo se estudió un fenómeno complejo, para el cual una cuantificación correría el riesgo de desconocer aspectos importantes, y se obtuvieron datos e informaciones que no se hubieran podido conseguir a partir de métodos cuantitativos(3).

A continuación se planearon el cronograma y el presupuesto, dos aspectos indispensables en todo proyecto. Una vez elaboradas las cinco propuestas, se procedió a hacer la evaluación por pares; en este caso, los pares fueron los grupos entre sí. La enfermería debe adoptar el sistema universal de evaluación por pares. Someter las propuestas a la crítica por parte de colegas idóneos y de investigadores de diferentes disciplinas pertinentes al problema enriquece sustancialmente el proyecto que se va a desarrollar.

En el curso se revisó exhaustivamente todo lo relacionado con la ética en la investigación, ya que la gran mayoría de investigaciones en enfermería se hacen con seres humanos. Las propuestas fueron presentadas y aprobadas en los comités de ética de investigación de los diferentes hospitales donde se llevaron a cabo los trabajos. La experiencia más enriquecedora, en cuanto al sometimiento de las propuestas a los comités de ética, fue la de la investigación “Cambios en la temperatura corporal del recién nacido que está siendo sometido al baño diario bajo temperaturas ambientales diferentes”. Antes de la aprobación definitiva de este proyecto, tanto por parte del comité de ética de la institución respectiva, como del comité de investigación, se plantearon algunos interrogantes, que fueron aclarados por el grupo investigador, quien también justificó y sustentó adecuadamente el proyecto. Finalmente, este fue aprobado por ambos comités, y sus resultados serán presentados en próximas reuniones.

En el caso del trabajo “Evaluación del riesgo de presentar úlceras por presión en los niños que ingresan a la unidad de cuidado intensivo pediátrico”, la pregunta de investigación se respondió validando una escala científicamente probada en otros países y en otros pacientes, pero lo más valioso de los resultados de este estudio es poder derivar de ellos el cuidado de enfermería exacto que se requiere para evitar el riesgo y prevenir este problema; por lo tanto, se hace casi imperioso que la aplicación de la escala se introduzca dentro de las actividades diarias de enfermería, se evalúe el riesgo, se registre y se comunique, y alrededor de ella se desarrolle un verdadero trabajo en equipo.

Esperamos que los resúmenes que oirán a continuación, de cada uno de los trabajos, les den orientaciones para tomar decisiones basadas en hallazgos científicos, que contribuyan a mejorar los servicios de salud, a conocer qué esperan los niños y sus padres de la atención de enfermería, a brindar un cuidado de enfermería sustentado por teorías validadas, que son las que constituyen la base del conocimiento científico en enfermería.

Como bien pueden concluir, desarrollar la investigación en enfermería es un reto que nos compete a todos: políticos, administradores, clínicos, docentes, estudiantes. No queremos más proyectos de investigación irrelevantes, sin evaluación por pares, sin financiación externa y realizados a costa del tiempo libre. La enfermería en el siglo XXI debe entrar por la puerta grande en la sociedad del conocimiento, no solamente para desarrollar sus bases teóricas, sino también para contribuir a que los ciudadanos gocemos de una vida saludable.

Finalmente, quiero felicitar a los estudiantes que hicieron posible estos trabajos; como muy bien lo expresó uno de los grupos en la autoevaluación final: “en cada página de ellos hay esfuerzo, dedicación y amor”.


1. Hernández, Carlos Augusto. “Universidad y excelencia”. En: Educación superior, sociedad e investigación, Servicios Gráficos Integrales Ltda., 2002, pág. 47.

2. Pellegrini, Alberto. Conferencia inaugural del VI Congreso Regional de Información en Ciencias de la Salud, Puebla, México, 2003.

3. Ospina G., M. B., et al. “¿La investigación cuantitativa frente a la investigación cualitativa?”. En: Investigación clínica: epidemiología clínica aplicada, CEJA, 2001, cap. 20.

BIBLIOGRAFÍA

Henao, M., et al. Educación superior, sociedad e investigación, Bogotá, D.C., Servicios Gráficos Integrales Ltda., 2002.

Pellegrini, A. Conferencia inaugural del VI Congreso Regional de Información en Ciencias de la Salud, Puebla, México, 2003. http://www.crics.info/crics6/program

Ruiz, A., et al. Investigación clínica: epidemiología clínica aplicada, Bogotá, D.C., CEJA, 2001.

Suárez de Sarmiento, B. “La investigación en enfermería, un reto para la profesión”, Actualizaciones en Enfermería, vol. 2, No. 2, junio de 1999.