Prácticas indígenas relacionadas con la enfermedad
María Clara Quintero Laverde*
* Profesora Asociada y Directora del Programa de Pregrado de la Facultad de Enfermería. Especialista en Administración Hospitalaria.
RESUMEN
Las prácticas de cuidado de la salud, relacionadas con la enfermedad, han estado presentes a través de la historia de la humanidad.
El presente artículo relaciona dichas prácticas en algunas de las principales tribus indígenas que poblaban el territorio colombiano a la llegada de los españoles.
Estas tribus, representadas por las culturas chibcha y caribe, contaban con conocimientos médicos avanzados, y en sus comunidades la figura de los chamanes, los brujos, los adivinos y hechiceros eran relevantes.
PALABRAS CLAVE
Salud, enfermedad, prácticas, creencias, mitos, tribus indígenas.
Health care practices, related with disease, have been present through human history.
This article relates the practices of some of the main indigenous tribes who lived in the Colombian territory at the arrival of the Spanish.
These tribes, represented by “Chibcha” and Caribbean culture, had advanced medical knowledge, and in their communities the figure of the “chamanes”, witches, fortuneteller, were relevant.
KEY WORDS
Health, disease, practices, believes, myths, indigenous tribes.
¿Cuál es entonces el legado indígena?
¿Qué significado tienen para nosotros los vestigios de estas culturas de antaño?
El gran legado del indio consiste en la manera como comprendió y manejó la tierra.
El largo camino que recorrió el indio colombiano desde las cuevas de Abra hasta el Templo del Sol constituye una gran enseñanza ecológica para nuestra época, ya que nos muestra los fracasos y los éxitos, los errores y los logros de aquellos hombres que, con sus mentes y manos, supieron adaptarse a una tierra bravía... El legado consiste en la manera como apreciaron y explotaron los diversos medios ambientes...1.
En el momento del descubrimiento de América, numerosas tribus indígenas poblaban el territorio de lo que hoy en día es la república de Colombia, de las cuales la chibcha (muisca) y la caribe se referencian en muchos documentos y reseñas recopilados por los historiadores. Los chibchas habitaban las regiones andinas y los caribes poblaban las costas y riberas de los grandes ríos y mares. Estas culturas alcanzaron un mayor desarrollo y lograron constituirse en confederaciones.
Los españoles llegaron a América durante el periodo formativo. En los comienzos de esta etapa (aproximadamente año 1200 d. de C.) aparecen los primeros agricultores, grupos sedentarios que viven en comunidades y aldeas. Cuando se inicia el proceso de la conquista, las poblaciones indígenas no habían logrado la estabilidad política que las hubiera llevado a convertirse en un verdadero Estado.
Se calcula que a la llegada de los españoles, América tenía una población de entre 40 y 50 millones de indígenas. En el primer siglo de conquista, la población americana se redujo en un 90%. La conquista significó su exterminio por la acción violenta y armada de los conquistadores, las múltiples enfermedades y pestes que llegaron de Europa, los procesos de aculturación, la mezcla de razas y el cambio de costumbres, creencias e idioma. En la actualidad sobreviven algunas tribus del Amazonas y La Guajira, cuyo proceso de aculturación ha sido muy lento, que mantienen sus costumbres y tradiciones, lo que permite su estudio y comprensión. En ciertas tribus del Amazonas existe aún la costumbre de que la mujer dé a luz a la orilla del río. Mientras ella está en ese trance, su pareja se tiende en la hamaca y se queja de los dolores del parto. Este rito tiene por objeto engañar a los malos espíritus para que actúen sobre el hombre, y de esta manera la mujer y el niño queden protegidos.
Desde la antigüedad, el hombre ha querido dar explicación a múltiples fenómenos y circunstancias. Entre ellos, la enfermedad ha tenido un papel relevante en culturas y civilizaciones. El concepto de castigo se da como explicación de todos los males. En este orden de ideas, la enfermedad es el principal castigo, y solo el ayuno, las mortificaciones y diversos sacrificios son utilizados para apaciguar la cólera de los dioses.
En el pensamiento mágico o primitivo hay una relación entre el mundo de lo cotidiano y el cosmos; el Sol y la Luna como conceptos religiosos desempeñaron un papel preponderante en las comunidades indígenas, así como el mundo sobrenatural formado por otros dioses y demonios. La religión estaba íntimamente relacionada con el calendario; los solsticios y equinoccios señalaban con precisión el inicio y fin de las temporadas de lluvias y sequías, determinantes de la vida y costumbres de las comunidades. En la concepción del hombre primitivo, la naturaleza, los ríos, la lluvia y las plantas estaban dotados de alma. Llama la atención la interesante ubicación de templos, monumentos sagrados y lugares de observación solar, que permiten deducir el gran desarrollo alcanzado por estas culturas.
En las comunidades indígenas, los chamanes, los brujos, los adivinos y los hechiceros eran personajes de gran importancia. Para algunos grupos, la causa de la enfermedad era la penetración en el cuerpo de una materia maligna o de un espíritu maligno. La terapéutica indígena buscaba, entonces, eliminar los, y uno de los recursos utilizados era el masaje, que transfería la enfermedad a otra persona o animal. Igualmente, a los dementes y “locos” se los consideraba poseídos por espíritus y demonios; su curación mágica consistía en la restitución del alma al cuerpo a través de ritos, cantos y bailes, lo mismo que la utilización de plantas como la coca, la belladona y otras sustancias alucinógenas.
Los muiscas contaban con conocimientos médicos avanzados, que aplicaban, según los cronistas, en el tratamiento de afecciones respiratorias y cutáneas, úlceras y estados febriles, para lo que también se valían de prácticas religiosas y hierbas medicinales. La alimentación indígena estaba íntimamente relacionada con diversas enfermedades, entre ellas la desnutrición, causada por un bajo consumo de proteínas y hierro, ya que la dieta se basaba en un alto consumo de maíz, yuca y papa. Eran pueblos herbívoros; solamente las personas importantes del grupo social, como los jefes, chamanes y sacerdotes, tenían acceso al consumo de proteínas animales, como la carne de venado, aves y pescado.
Con anestesia rudimentaria, a base de plantas como el borrachero (Brugmasia candida), que contiene atropina y escopolamina, y la utilización de instrumentos rudimentarios de piedra y madera, practicaban intervenciones como la trepanación del cráneo, gracias a los conocimientos de anatomía obtenidos del embalsamamiento de cadáveres. La trepanación era una medida terapéutica, derivada de la concepción mágica religiosa de las enfermedades. La enfermedad suponía la existencia de demonios incorporados a la persona. Desde este punto de vista, las cefaleas, los vértigos y las demencias eran interpretados por la existencia de un demonio en la cabeza del enfermo, y la trepanación permitía entonces su expulsión.
Igualmente, la coca era utilizada por los jefes, sacerdotes y médicos. Sus hojas eran mezcladas con polvo de caracoles o cal y almacenadas en calabazos. La coca permitía al indígena ayunos prolongados durante largos viajes y soportar las frías temperaturas; actuaba igualmente como anestésico local.
El chamán era el guía de las almas en el otro mundo y el intermediario entre los hombres y los poderes sobrenaturales. Su función esencial era la curación mágica de las enfermedades, realizando acciones buenas o maléficas. El trance chamánico hacía parte esencial del proceso curativo y a través de él se encontraba la causa de la enfermedad. Estos chamanes desempeñaban un papel igualmente importante en relación con el clima, la agricultura, la pesca y la caza. Durante su etapa de formación permanecían recluidos en templos y dedicaban su tiempo al ayuno y al estudio de los rituales religiosos.
Entre las principales costumbres funerarias se encuentran el enterramiento en urnas, previo embalsamamiento o disección del cadáver, la incineración y los entierros en cavernas o en cámaras, que dependían de la categoría social del muerto.
Cuando los españoles ingresaron al territorio de los muiscas, estos imaginaron que aquellos eran hijos del Sol y los llamaron “Sue”, una denominación mágica de su figura y especialmente de la figura del caballo. Posteriormente, observaron que los españoles morían igual que ellos; que el caballo y el jinete eran dos sujetos diferentes y por lo tanto estos perdieron el status de dioses.
Las enfermedades importadas desde España al Nuevo Reino, como la lepra, la viruela y la sífilis, entre otras, se incrementaron con la venta de esclavos o trata de negros procedentes del África. Los reyes católicos Fernando e Isabel impusieron leyes con el propósito de evitar y controlar el contagio de terribles enfermedades. El Hospital San Lázaro, de Granada, fue rodeado de muros y habilitado para la atención de sacerdotes enfermos. La historia refiere que entre los primeros casos de lepra de un español notable estaba el del conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada.
Con la colonización española comenzaron a viajar al nuevo mundo botánicos, boticarios y médicos, cuyos trabajos fueron influenciados por las prácticas de curanderismo y hechicería propias de los indígenas, algunas de las cuales prevalecen hoy.
1 Reichel-Dolmatoff, G. Nueva Historia de Colombia, tomo I: Conquista y Colonia, Editorial Planeta. p. 61, 1989.
BIBLIOGRAFÍA De Zubiría, R. La medicina en la cultura muisca, Editorial Universidad Nacional de Colombia, 1986. Historia de América, temas didácticos, Editorial Universitas. Reichel-Dolmatoff, G. Nueva Historia de Colombia, tomo I: Conquista y Colonia, Editorial Planeta, 1989. Seggiaro, L. Medicina indígena de América, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1969. |